MARCO TEÓRICO LITERATURA CLÁSICA EGIPCIA

  LITERATURA CLÁSICA EGIPCIA

  1. Definición

La literatura del antiguo Egipto es la expresión de la vida misma durante la época. Gracias a su extensión, nos es posible encontrar producciones literarias, bien sean narrativas líricas o dramáticas, que hablen sobre cualquier tema de la vida cotidiana, como por ejemplo el comercio, la economía, la política, la sociedad, la agricultura, la religión, la muerte, la medicina, el arte, el transporte, el conflicto etc. Por lo tanto, en el momento histórico en el que nos encontramos, la literatura egipcia, junto con los demás residuos plausibles de esta sociedad, forman una especie de amalgama que bien podrían conformar la esencia del antiguo Egipto mismo.


  1. Características generales

  • La religión politeista es la principal característica del antiguo Egipto, por lo que también es la principal característica de la literatura de este periodo. Esta creencia atravesaba transversalmente todos los ámbitos de la vida egipcia, lo que le da tal relevancia. 

  • El fuerte lazo entre ciencia y religión que los egipcios lograron establecer es otra característica que vale la pena recalcar. Varias otras religiones, (incluyendo aquella que es hoy en día una de las más extensas) no han podido dar razón a dicha relación. Sin embargo, argumentando que las divinidades están ligadas a la tierra misma, y fueron ellas quienes la crearon, parece inconcebible pensar que deban ser antagonistas de su propia creación y de las normas que la rigen. Para los egipcios, entre religión y ciencia había más bien un puente, en vez de una brecha.

  • La importancia de la muerte y la concepción de esta como el paso a un estado diferente pero no necesariamente negativo, es más, mayoritariamente positivo.

  • El indiscutible avance de ciencias como la astronomía, la medicina, la geografía, la matemática y la geometría, que en parte le permitieron al imperio poseer la relevancia histórica que hoy en día posee. 

  • Su sistema de escritura, que es reconocido a nivel mundial como el primero en existir, iniciando como forma de contar cantidades, avanzando hasta convertirse en una escritura ideográfica admirable y portadora de sabiduría ancestral.



  1. Contexto político y social

Alrededor del 3400 a.C. los primeros pobladores indígenas llegaron hasta tierras cercanas al río Nilo. Al darse cuenta de la f  eficaz y entregaban su fe a diferentes deidades que consideraban sus gobernantes. La falta de enemigos cercanos y la riqueza del río y sus alrededores crearon un espacio propicio para la formación de la que sería una de las civilizaciones más importantes en la historia.

Imagen tomada de https://www.librovisual.com/el-imperio-antiguo-egipcio/

Dichos pobladores empezaron a erguir provincias, y Egipto empezó a dividirse en dos reinos, Egipto alto y Egipto bajo. El primero estaba situado al sur, estaba constituido por 22 provincias entre las cuales destacaban Hieracómpolis y Nejeb, como forma de distinción utilizaban una corona blanca y alargada hacia atrás, y su divinidad era el buitre; El segundo contaba con 20 provincias de las cuales las principales eran Buto y Sais, utilizaban una corona roja alargada, y su divinidad era la cobra. Cabe aclarar que cada uno tenía su propio faraón, y eran más bien independientes.

Imagen tomada de https://www.egipto.net/historia

En el año 3100 a.C. el rey Menes, perteneciente al egipto alto, decidió entrar en territorio bajo, y unificó ambos reinos. Este rey a su vez, se convirtió en el primer soberano de la I dinastía, y dió inicio a la historia de Egipto formalmente. Este periodo dinástico fue tan prolongado que fragmentó en tres etapas la cronología egipcia antigua: El imperio antiguo, el imperio medio y el imperio nuevo.

El imperio antiguo: Dentro de este periodo se encuentran desde la I hasta la VI dinastía, y se extiende desde el 3100 a.C. hasta el 2181 a.C. Durante este periodo se consolidó fuertemente el sistema político monárquico basado en la religión egipcia, en el cual el faraón se hallaba en la parte más alta y se relacionaba directamente con las divinidades, quienes le otorgaban la sabiduría necesaria para dirigir firmemente el pueblo de Egipto. El poder era centralizado, así que durante las dos primeras dinastías la capital fue Tinis, y durante las otras cuatro fue Menfis. Dicho estado centralizado poseía tres jerarquías que nacieron de la necesidad de crear una estructura organizada que permitiera la repartición del trabajo, (además de la influencia religiosa):

  • Faraón: Su poder venía del dios Horus, y se le atribuían características divinas

  • Altos funcionarios: Cercanos al rey y considerados sabios

    • Visir o Chaty: Era el más alto funcionario después del faraón, y era garante del Maat, estaba encargado de la casa del rey y manejaba las finanzas, el transporte, la administración, y la “policía”

    • Sacerdotes: Encargados de rendir culto a los diferentes dioses, debían tener amplios conocimientos en los ámbitos teológicos, médicos y astronómicos. Existían tres tipos de escribas: ritualistas, astrónomos y horólogos.

  • Pueblo: Campesinos, artesanos, esclavos, entre otros. El pueblo se subdivide en dos

    • Pueblo urbano: Allí se concentraba la mayor actividad ideológica, puesto que era conformado por los cultos y las clases más altas. Dentro del mismo se edificaban templos y recintos culturales y religiosos

    • Pueblo rural: Constituía la base de la economía y albergaba agricultores, campesinos, artesanos y trabajadores libres.


Por otro lado, las inundaciones anuales del río Nilo dieron paso al avance en materia arquitectónica, diseñando sistemas para controlar el flujo de agua. Dichas construcciones a su vez alimentaron la aritmética y la geometría, puesto que que los cálculos del terreno eran imperativos si se pretendía manejar la inundación. Del mismo modo, ya eran capaces de calcular volúmenes y alturas relacionadas con la construcción de pirámides y demás monumentos. La astrología también avanzó, y permitió la organización de un calendario solar, que ayudó, entre otras cosas, a alinear casi milimétricamente las construcciones con los ciclos solares. 

El quehacer médico no se quedó atrás, y se desarrollaron varios procedimientos curativos y descubrimientos anatómicos que permiten un entendimiento mayor del funcionamiento del cuerpo humano. Dichos hallazgos serían recopilados varios miles de años más tarde en el papiro de Edwin Smith, que mide 468 cm de largo y 36 cm de ancho, y actualmente permanece expuesto en la academia de medicina de Nueva York. Si bien data de principios de la dinastía XVIII, intérpretes expertos aseguran que está escrito de forma bastante arcaica, por lo que se cree que contiene información milenaria. Dentro del mismo se encuentra la descripción de 48 heridas de guerra, junto con un tratamiento, un veredicto y una recomendación. Gracias al trabajo que se ha hecho para descifrar su contenido, se ha podido afirmar que para la época, ya se poseía conocimiento sobre el corazón, el hígado, los riñones, el bazo, los uréteres y la vesícula, así mismo se sabía que los vasos sanguíneos partían del corazón. Este es un ejemplo de la descripción de uno de los casos: 

  1. Síntomas: Espasmos, inmovilidad desde las cervicales, ojos enrojecidos.

  2. Diagnóstico: Rotura al nivel del cuello

  3. Veredicto: Enfermedad que no conozco

  4. Tratamiento: Puede consultar a un mago o curandero, pues no le hará ningún mal

Se cree que Imhotep (erudito egipcio, astrónomo, arquitecto, médico, sabio e ingeniero, conocido por inventar la medicina egipcia, y por ser el primer científico del que se tiene información) fue el autor original del papiro, aunque expertos confirman que fue escrito por más o menos tres autores distintos.

Con el largo gobierno del faraón Neferkara Pepy, los nomarcas (jefe supremo de la administración local) tomaron fuerza e hicieron de sus cargos hereditarios. El gobierno se descentralizó y  se dió paso a la siguiente etapa, el primer periodo intermedio.

  • Primer periodo intermedio: Comprende las dinastías VII, VIII y IX, y se extiende desde el 2190 a.C. al 2052 a.C.

El imperio medio: Comprendido entre la segunda mitad de la dinastía XI y la dinastía XII. Luego del primer periodo intermedio, Egipto estaba descentralizado debido a la administración de los nomarcas, por lo que el faraón Mentuhotep II, de la segunda dinastía, enfocó la mayor parte de su gobierno a quitarle el poder a los nomarcas y recentralizar al país, por medio de una inspección rigurosa al “gabinete” de nomarcas insubordinados que no apoyaban sus intentos por recuperar el sistema desarrollado durante el imperio antigua. Sin embargo, ni él ni sus débiles predecesores fueron capaces de llevar a cabo dicha labor. 

Imagen tomada de https://es.wikipedia.org/wiki/Hicsos

No fue sino hasta la llegada de Amhenemat I que se pudo regresar a la monarquía centralizada.

Durante esta etapa, la actividad militar cobró valor, y las fuerzas militares comenzaron a ocupar un valor importante dentro de la pirámide sociopolítica de la monarquía egipcia. Así mismo, las demás jerarquías preexistente empezarona a subdividirse y denotarse distintivamente, haciendo que la organización se viese como lo ilustra la siguiente imagen: 

 

https://sites.google.com/site/antiguoegipto154848/home/organizacion-social

La causa de esta ascensión jerárquica de los poderes militares fue la expansión hacia el territorio de Kush, iniciada a finales del reinado de Amenemhat I, y se consolidó formalmente gracias a Sesostris III. El interés principal que se tenía sobre esta región era su riqueza minera

Durante esta época, el comercio fue predominante, específicamente con las dinámicas que transcurrían entre los países bañados por el mediterraneo. Por su parte, Egipto comerciaba principalmente con Creta (gran distribuidor de cerámicas) y con Biblos (actualmente conocida como Libia) que se caracterizaba por la exportación de maderas. El territorio egipcio mantuvo una cierta tensión con Biblios, llegando incluso a establecerse hegemónicamente en la región. A su vez, otro gran canal de comunicación comercial era el mar rojo, mediante el cual se establecieron lazos fuertes con Punt (actualmente conocida como Somalia) quien era un relevante exportador de inciensos. Fue tal la relevancia de dicha relación que el faraón Sesostris I decidió ordenar la construcción de  un canal que permitía la convergencia entre el mar rojo y el delta del nilo (parte en la que este río desembocaba en el mediterraneo)

  • Segundo periodo intermedio: Desarrollado entre el 1880a.C. hasta el 1550a.C. comprendió las dinastías XIII, XIV, XV, XVI. 

Con la finalización de la dinastía anterior, inició el tiempo de la dinastía treceava, la cual llegó con gobernantes débiles y poco relevantes a comparación de otras figuras anteriores. El poco control del extenso territorio permitió una creciente actividad de inmigración de pueblos nómadas principalmente asiáticos, que se infiltraron de forma tal en la organización egipcia que algunos de ellos llegaron incluso a ocupar altos cargos políticos y sociales. Por otro lado, los gobernantes fueron bastante efímeros y sosos, causando que los altos funcionarios como los visires ganarán aún más poder. Varios registros demuestran que durante ese periodo, contados faraones pasaron por encima del linaje sanguíneo y fueron más bien elegidos. Es así que evidenciamos un sistema monárquico debilitado y poco organizado. 


Imperio Nuevo: Se encuentra entre los años 1550a.C. a 1070a.C. y albergó las dinastías XVIII, XIX, XX. 

Imagen tomada de https://es.wikipedia.org/wiki/Imperio_Nuevo_de_Egipto

Ahmose I, quien fuera el primer faraón de la dinastía XVIII, fue catalogado como el unificador de Egipto. Realizó varias campañas militares cerca a Asia. Dio lugar a una guerra contra los hicsos y a varios conflictos contra asia, lo que resultó en el potenciamiento del ejército egipcio en niveles de organización y efectividad. Los faraones hijo y nietos de Ahmose I continuaron su labor, y dominaron zonas cercanas a Egipto, llegando a elongar sus fronteras hasta el río Éufrates. 

El binomio de las dinastías XIX y XX es conocido como periodo o época Ramésida, debido a que entre ambas sumadas, hubo alrededor de once faraones llamados Ramsés. El primero de esta lista, Ramsés I, tuvo un reinado productivo y benéfico para el pueblo egipcio, en el cual fue capaz de controlar eficientemente el territorio, vigiló de cerca e incluso participó en la actividad militar y reconstruyó numerosos templos y estatuas. Su hijo, Ramsés II, continuó con el buen legado de su padre, fortaleciendo el interés y el control sobre nubia (territorio ubicado al sur de Egipto). 

Hacia el 1183a.C. Ramsés III subió al poder, y combatió una de las más grandes invasiones en occidente medio, los pueblos del mar. El periodo durante el cual dichos pueblos se movilizaron por le mediterraneo se conoce como Época oscura, debido a que no es mucha la información que se posee sobre este suceso, además de las diferentes crisis que enfrentaron las naciones por las que pasaron estos invasores. Sin embargo, Ramsés III fue capaz de mantener a Egipto estable durante esta difícil época, teniendo en cuenta el bloqueo económico causado por Hatti, región que sufrió a flor de piel el coletazo invasor.

Este periodo mayoritariamente estable fue sucedido por alrededor de 7 faraones distintos que, debido a su poca experiencia y débil mano, permitieron el surgimiento de tensiones internas que dividieron a Egipto en dos: El lado norte (que solía ser el Bajo egipto) y el lado sur. Dichas presiones desembocaron en un conflicto conocido como guerra de los impuros. En este enfrentamiento, los impuros (como se conocía a los Tebanos) se enfrentaron a los rebeldes sethianos (seguidores de Seth) debido a diferencias religiosas. Finalmente, Esmendes fue capaz de derrotar a los impuros y ascendió al cargo de faraón. Con este conflicto se da fin al imperio nuevo, e inicia el tercer periodo intermedio.

  • Tercer periodo intermedio: Transcurrió entre 1070a.C. a 650a.C. y contuvo las dinastías XXI, XXII, XXIII, XIV, XXV. Durante este periodo, Egipto volvió a la división inicial de Alto (con capital en Tebas) y Bajo Egipto (con capital en Tanis). A este momento de la historia del oriente vecino aún se le conoce como edad oscura, debido a una decadencia generalizada provocada principalmente por la crisis agrícola derivada de los bruscos cambios climáticos que dificultaron dicha actividad. Alrededor del 700a.C. y en adelante, Egipto concentró sus esfuerzos en controlar la latente amenaza del pueblo Asirio, quien ya había invadido territorios cercanos como el reino israelí y Gaza. Sin embargo, Asarhadon, rey de Asiria, fue capaz de invadir Menfis, y fue así como tomó al bajo Egipto. Dicha toma se extendió gracias a los gobernadores delegados, que con fuerza militar terminaron tomando prácticamente el país entero. De esta forma se dio inicio al periodo tardío


Periodo tardío: Comprendido desde el 664a.C. al 332a.C., albergó las dinastías XXVI, XXVII, XXVIII, XXIX, XXX, XXXI. Si bien el pueblo Asirio había sido ágil en invasión al territorio Egipto, no fue capaz de controlar la insurrección de sus habitantes, por lo que el rey asirio Asurbanipal decidió abandonar por completo las tierras Egipcias. Fue así como Psamético subió al poder, y se vio en la labor de reconstruir un país devastado por el conflicto. Fomentó el comercio y promovió el regreso de muchas costumbres antiguas, teniendo por objetivo potenciar la unificación del país. Este periodo de regeneración benefició ampliamente a la mayoría de Egipto, al igual que fortaleció varias relaciones extranjeras que habían sido fracturadas durante el poderío Asirio. 

Imagen tomada de https://egiptologia.com/mapas-de-egipto-por-periodos/

La situación egipcia llegó a un punto donde imperaba el equilibrio socioeconómico y político. En el año 550a.C. Amosis II subió al poder, y este sería el último faraón de Egipto previo a la Conquista persa, que tendría lugar en el 525a.C., después de que Cambises derrotara a Psamético III en Pelusio. Sin embargo, los Persas habían sido capaces de expandirse de forma tal gracias a una estrategia clave: la poca imposición cultural sobre los pueblos invadidos, es decir, se concentraban más en el beneficio económicamente estratégico de poseer tanto territorio, en vez de tratar de colonizar a los países sometidos. 

Imagen tomada de https://historiaeweb.com/2015/02/10/invasion-persa-de-egipto/


Egipto vivió en paz alrededor de 40 años, hasta 485a.C., cuando ocurrió uno de los tres intentos principales de independencia del pueblo persa, de los cuales sólo el tercero fue medianamente exitoso. Al poder subió el líder egipcio Amirteo, y fue sucedido por una serie de faraones desde el 404a.C. hasta el 434a.C. Durante este tiempo, Egipto tuvo una especie de cuasi-independencia, que se vio interrumpida por los constantes ataques persas. En el 343a.C. Artajerjes III reconquistó Egipto, solo para ser reconquistado por Alejandro Magno en el 332a.C.







  1. Narrativo


Este género fue uno de los más representados en la historia egipcia, estando compuesto por textos proféticos (lamentos, discursos y diálogos), textos sapienciales (o Sebyat), cartas, biografías y autobiografías, decretos, crónicas, listas de reyes, cuentos, mitos, los textos de las pirámides y de los sarcófagos. 

  • Textos proféticos: Debido a la situación sociopolítica del pueblo Egipcio durante el imperio medio (momento de auge de esta clase de textos), la temática principal de dichos escritos era la tristeza y la nostalgia, recalcando el desorden generalizado en el que se encontraba el país. Esta clase de textos solían estar escritos en papiros, generalmente en hierático (versión cursiva y abreviada de los jeroglíficos) o en jeroglíficos. Dentro de este subgénero se destacan las obras 

    • Los lamentos de ipuur 

    • La profecía de Neferti  

    • La disputa entre un hombre y su ba

  • Textos sapienciales: Textos cuyo objetivo principal era el de enseñar un tópico en específico de forma más bien directa y didáctica. Para el propósito didáctico surgió el subgénero Sebayt. Los textos sapienciales trataban principalmente el tema de la instrucción a los príncipes, y los Sebayt buscaban enseñar una forma de vivir la vida basados en la verdad. Estos textos solían estar escritos en hierático, teniendo en cuenta que contenían enormes niveles de sabiduría ancestral. Cuatro ejemplos textuales son 

    • Instrucciones de Ptahhotep 

    • Instrucciones de Kagemni

    • Enseñanzas de Jety para su hijo Merikara 

    • Instrucciones de Amenemhat.

  • Cartas y Epístolas: Principal forma de comunicación entre gobernadores de distintas provincias, solían tratar temas políticos, mercantiles, económicos y militares, aunque también existían aquellas que trataban temas más personales. Eran escritas en papiro y generalmente en hierático, y algunas eran selladas con barro o envueltas con lazos. Aquellas que transmitían información importante podían ser transportadas en cajas especiales destinadas únicamente a esta labor. Se destacan 

    • El libro de Kemit  

    • Los papiros de Hekanajt. 

  • Biografías: Textos que a pesar de estar escritos en primera persona, son más bien recopilaciones de experiencias vividas por los faraones, la forma en que manejaron al pueblo, su línea dinástica, y declaraciones populares. Dichos textos solían estar escritos en tumbas, o sobre estelas de piedra, y en algunos casos se referían a un personaje ya fallecido, como forma de honra o lamento.

    • Decretos: Este subgénero se despliega de las biografías debido a que no hay muchos registros de textos independientes de esta forma, sino que más bien, eran inferidos y extraídos de la historia contada en las expresiones biográficas.

  • Crónicas: Similares a las biografías, solían contar hazañas de los faraones, victorias en conflictos y demás sucesos cotidianos envolviendo principalmente a la familia real.

  • Listas de reyes: Pretendían legitimar la posición de un faraón en específico analizando su historia familiar y aquellos que fueron antes que él. Servía como una especie de árbol genealógico. 

  • Cuentos: Los cuentos eran el lugar propicio para evocar la fantasía, la religión y la imaginación de los autores, quien por medio de la escritura, contaban historias inicialmente transmitidas de forma oral, basadas en hechos reales, inspiradas en los dioses y sus aventuras, relaciones y labores, o inventadas por completo. Cómo similitud con las leyendas, solían dejar una especie de moraleja o enseñanza que enriqueciera la experiencia del lector, y lo ayudase a comprender más a fondo la historia misma. Los principales ejemplos son 

    • El cuento de los dos hermanos 

    • La historia de Sinuhé.

  • Mitos: Relato que pretende dar a conocer el surgimiento o nacimiento de algo o alguien, estando directamente relacionado con el contexto dentro del cual se encuentra inmerso el autor y la cultura a la que pertenece. Su veracidad varía dependiendo de la concepción cultural del lector y de su perspectiva, por lo que para analizar verdaderamente a fondo un mito, es imperativo conocer de dónde viene. En el caso egipcio, se relacionaban directamente con la religión del antiguo Egipto entre otras cosas, y el principal es el Mito heliopolitano. Del cual se desglosan las nueve deidades principales de la creencia divina egipcia (Ra, Shu, Tefnut, Geb, Nut, Osiris, Isis, Set y Neftis) completando así la enéada heliopolitana.

  •  Libros funerarios: Estos textos escritos comúnmente en hierático y jeroglífico, son una especie de manuales para el más allá, en los que se especifican cientos de prácticas, rituales, ofrendas, rezos, amuletos, sortilegios y demás artilugios que pretenden ayudar al fallecido a atravesar el Duat (inframundo egipcio) para así poder alcanzar la reencarnación. Aquí se encuentran los subgéneros de textos de la pirámides y textos de los sarcófagos. Los principales ejemplos son: 

    • El libro de las cavernas 

    • El libro de las puertas 

    • El libro de los muertos 

    • El libro de los dos caminos. 




  1. Lírico


El género lírico se centra en la exaltación a los dioses, los ritos funerarios, y acercándonos más hacia el imperio nuevo, en el amor y el sentir. Aquí encontramos poemas, himnos y canciones religiosas:

  • Poemas: Estos contaban con temas bastante variados, como la exaltación a los faraones, el amor, y en ocasiones versos que debían ayudar a las almas a pasar de una vida a la otra. Por el lado del amor, los poemas demuestran una amplia exploración de la sexualidad humana, aceptando abiertamente relaciones entre perosnas del mimso sexo (en especial las relaciones lésbicas) o las relaciones poliamorosas. De hecho, un faraón podía tener un variado número de mujeres oficiales con las cuales a su vez tenía descendencia, y otras mujeres llamadas concubinas que complacían al  faraón. Dentro de los más relevantes encontramos el 

    • Papiro Harris 500  

  • Himnos y canciones: El tema principal de estos subgéneros era la exaltación a los diferentes dioses. Muchos de los himnos se utilizaban como saludo a las divinidades en sus propios templos, generalmente por la mañana. Algunos ejemplos son 

    • Canto del Arpista

    • Himno a Atón

    • Cantar de los cantares.




  1. Dramático


En su primer momento, el teatro en Egipto funcionó como forma de representar y dar vida a las historias y creencias sobre los Dioses. Más tarde, y con influencias externas, se vieron otros subgéneros como la sátira. La primera actuación teatral de la que se tiene conocimiento es la del paso de Osiris por el Duat.

  • Teatro (drama): La muerte de Osiris y su transición hacia el más allá era  el tema principal de este género, siendo interpretado repetidas veces. Sin embargo, el teatro en general tenía un objetivo similar, que era el de describir la vida de los dioses. Esta obra tenía una duración de aproximadamente seis días, puesto que el vestuario, las máscaras, el maquillaje  y los escenarios debían ser tan pulidos como fuese posible, después de todo se estaba imitando al que era literalmente un Dios, y de los más importantes de esta religión politeísta. La obra en sí estaba dividida en tres partes, o como lo llamaban en aquella época, tres fiestas; La primera en la que se muestra la muerte de Osiris, la segunda en la que se describe su paso por el Duat, y la tercera, en la que se evidencia la resurrección de dicha deidad.  Otra gran obra se encuentra en el papiro 3008, titulada Lamentos de Isis y Neftis, dentro del cual se encuentran frases características de un diálogo, como por ejemplo “Isis habla, ella dice” o “Neftis habla, ella dice”, además de instrucciones relacionadas al uso de luz diurna, la vestimenta, la utilería y el escenario. 

https://view.genial.ly/60357806a637a50d7c849659/presentation-genially-sin-titulo

  1. Bibliografía

  • Padró, Josep. Historia del Egipto Faraónico. Alianza Editorial, 1999

  • Gardiner, Alan. El Egipto de los Faraones, 1994

  • Trigger, B.G.; Kemp, B.J.; O’Connor, D.; Lloyd, A.B. Historia del Egipto Antiguo Ed. Crítica.

  • Kemp, Barry J. El Antiguo Egipto: Anatomía de una Civilización. 1992. Crítica, Grijalbo Mondadori, S.A.

  • Clayton, Peter A. Crónica de los Faraones. Ediciones Destino, 1996.

  • Pierrotti, Nelson. El teatro dramático en el antiguo Egipto. 2006, Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes 

  • Serrano Delgado, José Miguel. Textos para la Historia Antigua de Egipto. 1993. Ediciones Cátedra, S.A.

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